El penúltimo concierto del Alma Festival Barcelona nos regaló una sesión doble de conciertos que nos durará mucho tiempo en la memoria. Más del doble para ser exactos, porque para abrir el día pudimos disfrutar de The Crab Apples en el Escenario Village. La banda de indie-pop nos hizo olvidarnos rápidamente del sofocante calor que hacía y pronto pudimos entrar en ritmo con su repertorio. El Escenario Village ha sido una de las sorpresas más agradables de este festival, poniendo a nuestra disposición artistas emergentes realmente interesantes y prometedores.
Empezó la sesión Anni B Sweet, con su banda bien cerca, rodeándola y dejando a la artista en el centro. Bien es cierto que esa voz es capaz de envolver a todo un público que se fue sumando poco a poco, y que vayan fluyendo las canciones sin que apenas te des cuenta, aunque luego temas como “Sola con la luna” te dan ese golpecito que te recupera, te devuelve y te mueve. Por supuesto tuvimos también esa aparición “inesperada” de Noni, que de entrada pidió disculpas por si no se acordaba bien de la canción, pero todo estuvo bajo control.
Ese fue el primer adelanto que tuvimos de Lori, pero sobre las diez y veinte de la noche -la verdad que se nos fue la hora de la cabeza con la sesión de Anni-, se apagaron las luces y apareció el grupo a escena. Una hora y media en la que no solo hubo espacio para toda la batería de canciones más míticas del grupo, defendidas e interpretadas con esa tan medida espontaneidad que caracteriza a Noni, sino que además de la también “inesperada” colaboración de Anni B Sweet, tuvimos también la de Manola, teclista de Rufus T. Firefly, para cantar junto a Lori Meyers “Tú ya no dices nada”, el último single que han sacado.
El combo “Mi realidad” con “Alta fidelidad” nos anunciaba el final de la sesión. Era el más esperado, era el más deseado, pero no por ello lo disfrutamos menos, todo lo contrario. Desde la parte final, los focos solo iluminaban un mar de brazos al aire, saltando, moviéndose, cantando al unísono al mismo tiempo que se observaban las camisetas con las frases más representativas. “Noni” se lo deja todo sobre el escenario, y nosotros teníamos que responder de la misma manera, sudando y saltando hasta que no pudimos más. Pero es que “todo esto es culpa de la gente” así que, como era nuestra culpa, decidimos colaborar con Noni para cantar todos los estribillos.
El Alma Festival nos regaló una combinación perfecta de conciertos con esa voz privilegiada de Anni, que sin embargo también sabía tirar temas más movidos para ir entrando en calor y poder disfrutar de lo que venía con toda la energía que desprende Lori Meyers sobre el escenario. Una noche ideal en la que nos olvidamos del calor y decidimos que el sudor solo saliese de nuestros saltos, nuestra voz y nuestros bailes.
Artículo de Eva Ladevesa (twitter.com/miviajemusical) para ElFiesta.es
