Entrevista a Clara Lema: “Me confunde(s) ha sido el tema con el que más he disfrutado hasta ahora”
Con apenas 20 años, Clara Lema se está abriendo camino en la escena emergente nacional con una propuesta honesta y directa. Desde Madrid, esta joven artista ha pasado de tocar el violín con 5 años a publicar sus primeros singles en menos de un año. Tras SATURNO y Mírame, su nuevo tema Me confunde(s) la consolida como una de las voces más prometedoras del pop emocional de nueva generación. Hablamos con Clara sobre su recorrido, su proceso creativo y lo que está por venir.
Clara, gracias por acompañarnos. Vamos con las preguntas:
Desde los cinco años has estado en contacto con la música, pero ¿en qué momento decides que quieres convertirla en tu profesión?
Desde pequeña he estado súper conectada con la música. Siempre me ha encantado cantar, bailar, subirme a un escenario… nunca me ha dado vergüenza, era como mi forma de expresarme. Pero el momento en el que de verdad decidí que quería dedicarme a esto fue el año pasado.
Llevo años componiendo, pero todo lo tenía guardado para mí. Me daba cosa enseñarlo, supongo que, por inseguridades, por el miedo al “qué dirán”, al “¿y si no gusta?”. Me frenaba mucho eso, aunque por dentro sabía que era lo que más quería hacer.
Lo que me hizo espabilar fue que, con unas amigas, el verano pasado, hicimos un trend en TikTok para intentar conocer a una artista que llevaba años siguiendo y para mí fue, y es hoy en día, alguien a quien admiro y quiero mucho, y conseguimos conocerla. Justo ella también acababa de empezar en la música, y para mí fue como ver una versión un pelín más mayor de mí misma. Me vi super reflejada, de hecho, me sorprendió lo mucho que nos podíamos llegar a parecer sin realmente habernos conocido antes, ella siendo tan conocida en redes y todo, y yo siendo nadie realmente. Pensé: “Si ella lo está haciendo, ¿por qué yo no?”. No la veía como alguien lejanísimo o inalcanzable, y siento que también es algo que me ha ayudado y motivado mucho.
Ahí fue cuando me dije: “Venga tía, deja de comerte la cabeza y hazlo ya”. Y desde entonces empecé a moverme, a compartir mis cosas y a tomármelo en serio de verdad.
Has pasado del violín y el piano al pop más actual, ¿cómo ha sido esa transición a nivel personal y artístico?
Pues… una movida, la verdad, jajaja. Para empezar, no sé tocar la guitarra, y claro, ahora que estoy haciendo pop y componiendo mis propios temas, me está tocando aprender poquito a poco. Pero está siendo muy guay, me lo estoy tomando como parte del proceso, y me lo estoy pasando muy bien.
Yo vengo de una formación más clásica, entonces meterme en el pop ha sido un cambio bastante heavy, pero también súper natural, porque al final es la música que más escucho desde siempre. Me sale sola, no tengo que forzar nada, simplemente me siento, empiezo a escribir y fluye.
Y aunque parezcan mundos diferentes, tener esa base más clásica me ayuda muchísimo. Hay muchas canciones de pop que tienen piano o incluso violín, y cuando se trata de sacar melodías, armonías o estructurar ideas, me viene genial. Me da herramientas que ahora valoro muchísimo más.
Pero lo más fuerte de todo es que meterme en un género que es tan distinto y parecido a la vez, me está enseñando cosas que, a pesar de llevar años en la música y haber hecho teoría, lenguaje, todo eso… no sabía. Como cuadrar una batería, entender bien la estructura de un beat, aprender a medio producir mis maquetas… Son cosas que no se aprenden en clase y que ahora estoy pillando sobre la marcha. Y me flipa, porque estoy creciendo un montón como artista y también como persona.
Defiendes que te sientes novata en lo profesional, pero con muchas ganas de aprender, ¿qué ha sido lo más desafiante de este primer año de carrera?
Sí, totalmente. Me siento novata todavía en lo profesional, pero con muchas ganas de aprender y de seguir creciendo. Este primer año ha sido un reto constante. Uno de los mayores desafíos ha sido hacerme ver como artista emergente, destacar entre tanta gente que también está intentando lo mismo.
Hoy en día cualquiera puede hacer música desde su habitación, subirla y empezar un proyecto, lo cual está genial, pero también significa que hay muchísima oferta, y diferenciarse cuesta. No basta con que la música sea buena: también tienes que saber promocionarte, moverte, hacer contactos, y sobre todo tener contenido constante para redes. Al final, ahora un artista emergente también tiene que ser un poco influencer, entender cómo funcionan TikTok, Instagram… y casi que ganarle al algoritmo. Todo eso es parte del trabajo, aunque muchas veces no se vea.
Al principio pensaba que era cuestión de esperar a que alguien te descubriera o te diera una oportunidad. Pero este año he aprendido que sí, a veces las puertas se abren... pero si no, yo las veo y las abro de una patada, jajajajaj. Hay que ir a por ello sin miedo, porque nadie va a apostar por ti más que tú misma.
Tu nuevo single Me confunde(s) ha sido, según tú, el que más has disfrutado creando. ¿Qué tiene de especial este tema para ti?
Me confunde(s) ha sido, sin duda, la canción que más he disfrutado haciendo hasta ahora. No solo porque me representa mucho, sino porque siento que marca un cambio real en mi forma de hacer música. Desde cómo la compuse hasta cómo sonó al final, todo tuvo más intención, más claridad. Ya no era “a ver qué sale”, sino “esto quiero decir y así quiero que suene”. Y la verdad, acabé muy contenta con el resultado.
Con Saturno, que hice junto a ARENAS, fue otra historia. Más que una canción, fue un momento. Nos sirvió para conectar de verdad como amigos y darnos cuenta de lo fuerte que era nuestra amistad, que a veces podíamos llegar a dar por sentada. Muy especial, pero compartido. Luego vino Mírame, que fue mi primer tema sola-sola… y bueno, fue un experimento total, jajajaja. Estaba probando, aprendiendo sobre la marcha, en plan: “esto es lo que hay, espero que os guste”. Y oye, no salió del todo mal.
Pero Me confunde(s) ya es otra cosa. Es el primer tema donde sentí que estaba tomando decisiones más seguras, más pensadas. Desde la letra hasta el sonido, todo tiene más sentido. Y también lo he notado en cómo lo ha recibido la gente. Es como si ahora sí empezara a encontrar mi voz, y eso me motiva muchísimo. Estoy en esa etapa de ir aprendiendo, creciendo… pero ya sin tanto miedo a equivocarme.
¿De qué habla exactamente Me confunde(s) y qué esperas que la gente sienta al escucharlo?
Me confunde(s) habla de los “casi algo” … jajajajaj. De esa situación en la que no sois nada, pero sois todo. Hay tensión, hay conexión, hay historia, pero nunca pasa nada claro. Va, vuelve, aparece, desaparece, y tú ahí, intentando entender algo que no tiene sentido. No te coge, pero tampoco te suelta. Y mientras tanto tú, pilladísima.
Es esa relación que no es relación, donde todo es ambiguo. Y aunque sabes que no va a ningún sitio, sigues ahí porque algo te engancha. Cuando desaparece dices “ya está, se acabó”, pero en cuanto aparece otra vez con un “¿qué tal?” a las 2AM… pues vuelves.
Y lo que espero con la canción es justo eso: que alguien la escuche y diga “uff, me está pasando lo mismo” y que se rían un poco de su propio drama o, al menos, lo canten bien fuerte y se quiten un peso de encima.
Eso sí, aviso: Me confunde(s) no es para volver a caer, ¿eh? Es para desahogarse, cantar con rabia si hace falta, pero no para volver al ciclo. Que nos conocemos, jajaja.
Tus letras son muy de tú a tú, directas, sin disfraz. ¿Por qué has elegido esa forma de escribir y qué crees que aporta a tu música?
Sí, la verdad es que escribo tal cual hablo —sin muchas vueltas—. No me sale eso de adornarlo todo con mil metáforas, aunque me encanta cuando otras personas lo hacen y me flipa analizarlas. Pero a mí me sale ser directa, como si estuviera mandando una nota de voz a una amiga. Creo que esa forma de escribir conecta más, sobre todo con la gente joven, que al final es la que más me escucha (y que ojalá se convierta poco a poco en una comunidad más grande). Para mí, son como colegas.
No intento sonar más profunda de lo que soy, simplemente escribo desde lo que siento, y me gusta que eso se note. Prefiero que alguien escuche una letra mía y diga “buah, esto me ha pasado” antes que se queden pensando qué quise decir con una frase que ni yo misma entiendo. Al final, la música para mí es eso: una forma de desahogarme, pero también de crear vínculos reales con quien me escucha. Y si consigo que alguien se sienta acompañadx o se ría un poco con algo que pensaba que solo le pasaba a ella o él… ya con eso, yo estoy feliz.
¿Cómo te enfrentas a la parte de producción y montaje de tus temas? ¿Te involucras en todo o prefieres delegar algunas cosas?
Me involucro bastante. Lo que más me engancha de hacer música es justamente la producción, porque al final es realmente el montaje entero del tema. Me gusta escribir y cantar, sí, pero donde más disfruto es en todo el trabajo que hay detrás: probar sonidos, montar estructuras, decidir cómo debe sonar cada parte. Me interesa entender cómo se construye una canción desde dentro, no simplemente grabar y ya.
Producir no es fácil. No es solo elegir un beat, hay decisiones todo el rato: cómo entra una voz, si dejar un silencio, si meter un efecto, el reverb… Todo influye. A veces no está claro qué funciona y qué no. Hay que probar, equivocarse, frustrarse un poco, volver a intentar. Estoy aprendiendo a escuchar con más detalle y a entender por qué algo suena bien o por qué no termina de encajar. Es un proceso constante (y sí, a veces una pelea con el programa también, jajaja).
Trabajo con Viko, mi productor, y muchas veces siento que hace magia. Le suelto ideas súper abstractas —tipo “quiero que suene como si viniera de un teléfono, pero más como radio antigua”— y él las entiende y las convierte en algo real. Al principio me costaba explicarme (llegué a decir cosas como “esto tiene que sonar ñiñiñi”), pero con el tiempo he aprendido a comunicarme mejor, incluso con términos más técnicos. Me gusta entender lo que está pasando en cada parte del proceso, además que como artista me parece esencial tener una base de producción.
Últimamente también estoy trabajando con más productores, y eso me está ayudando mucho. Cada persona tiene su forma de construir y su manera de escuchar. Me obliga a adaptarme y a salir de mi zona de confort y me está ayudando a ver y componer mis temas desde perspectivas que jamás me hubiese imaginado, la verdad. Así que sí, todavía tengo mucho que aprender, pero intento estar en todo lo que pueda y absorber lo máximo.
Dices que te sientes más cómoda en el pop, pero que estás abierta a otros estilos. ¿Qué géneros te gustaría explorar en un futuro cercano?
Sí, estoy bastante abierta a probar estilos nuevos como el reggaetón o el rap, porque son géneros que me llaman mucho la atención y que, poco a poco, estoy empezando a explorar. Me gusta la idea de no cerrarme a nada. Al final, creo que cada estilo tiene algo que enseñarte, y si te limitas a uno solo, te pierdes un montón de oportunidades para crecer, además, nunca sabes dónde puede salir una idea buena, a veces escucho algo totalmente distinto a lo que suelo hacer y me digo: ‘buah, esto me encantaría probarlo’.
El reggaetón tropical, por ejemplo, me parece que tiene una energía super especial. Es alegre, tiene ritmo, pero sin llegar a ser demasiado, y las vibras caribeñas son lo más, como si te transportara a otro sitio. Me flipa ese tipo de sonido, que te hace moverte sin ser demasiado agresivo. Y el rap melódico me atrapa por otro lado: letras que dicen cosas, que te hacen pensar o sentir, pero con una base muy simple, a veces nada más que un piano y algo de beat. Artistas como Kadec o Decomdz hacen cosas muy interesantes en ese sentido.
Aun así, por mucho que me guste experimentar, siento que el pop es donde realmente encajo. Es el estilo que más me representa, donde más cómoda me siento componiendo y cantando. Me da libertad para probar sonidos nuevos sin dejar de sonar a mí. Así que, aunque me apetece seguir jugando con otros géneros, creo que el pop va a seguir siendo mi punto de partida. Es donde más natural me sale todo y donde quiero seguir creciendo como artista.
Has mencionado que tienes temas de reggaetón y trap guardados bajo la manga. ¿Te ves publicándolos pronto o prefieres esperar?
Sí, tengo varios temas de reggaetón y trap listos, o casi listos, y la mayoría son colaboraciones. Eso hace que todo dependa de más cosas que solo mis ganas de sacarlos jajaja. Hay que cuadrar agendas, grabar videoclips, alinear los planes de cada artista... y a veces eso lleva más tiempo que hacer la canción. Pero ya está todo bastante encaminado y van a salir este año, eso seguro.
La idea es que empiecen a salir en verano, porque los temas tienen esa vibra perfecta para la temporada: son intensos, bailables, callejeros. Hay uno de trap en particular que me tiene loquísima. Es de esos que entran con fuerza, una energía muy cruda, muy real… digamos que intenso jajaja.
Todavía no me he atrevido a sacar uno de trap o reggaetón completamente sola, y es algo que tengo ahí, dándome vueltas. Me da un poco de vértigo, la verdad, porque es un terreno con mucha personalidad, y quiero hacerlo bien, no por impulso. Pero está en mis planes, y cada vez lo veo más cerca.
Lo importante es que estoy súper emocionada con lo que viene. Son temas que me representan, que tienen mucha energía, y que espero que la gente los disfrute tanto como yo disfruté haciéndolos.