El Alma Occident Festival se despidió el pasado 21 de julio con una noche para el recuerdo. El Poble Espanyol, lleno hasta los bordes, acogió el último concierto de esta edición con dos artistas que no necesitan presentación: Rita Payés y Julieta Venegas. Dos generaciones, dos estilos, pero una misma forma de entender la música: desde la raíz y con el corazón por delante.
Primero salió Rita, con esa calma que la caracteriza. Su voz suave, el trombón entre las manos y una puesta en escena minimalista pero cargada de emoción. Interpretó temas de su disco De Camino al Camino, mezclando jazz, bolero y canción popular como si fuera lo más natural del mundo. El silencio del público no era distracción: era respeto. Porque lo que ella transmite no se grita, se escucha en quietud. Hubo cuerdas, melancolía, alguna sonrisa tímida, y sobre todo esa sensación de estar asistiendo a algo honesto y muy personal.
Después fue el turno de Julieta Venegas, que salió al escenario con más energía y complicidad. Su estilo, más pop pero igual de sincero, conectó enseguida con el público. Tocó todos los clásicos —“Me voy”, “Andar conmigo”, “Limón y sal”—, pero también presentó temas nuevos, con letras más introspectivas, incluso combativas. Con “Caminar sola” el público estalló, no solo por la canción, sino por todo lo que representa. Julieta habló, rió, improvisó, y dejó claro por qué sigue siendo una de las voces más queridas del panorama latino.
No hubo duetos, ni sorpresas escenográficas, pero tampoco hicieron falta. El verdadero hilo conductor fue la autenticidad. Ambas artistas tienen un público muy fiel, y no por casualidad: lo que hacen lo hacen desde lo más profundo, sin filtros ni artificios. Transmiten lo que son, con sus raíces a flor de piel y la música como canal.
Así terminó el Alma 2025: sin fuegos artificiales, pero con el alma bien arriba. Fue una despedida emotiva, cálida, llena de verdad. El tipo de concierto que no necesita ruido para dejar huella. Porque cuando hay talento, honestidad y conexión con el público, lo demás sobra.
Artículo de Eva Ladevesa (twitter.com/miviajemusical) para ElFiesta.es