La cantante de Vic estrenaba en la barcelonesa Sala Apolo su nuevo trabajo Marjorie, el más personal y autobiográfico hasta la fecha según sus palabras. Con tan solo 23 años, este ya es el quinto trabajo de una carrera que reúne a día de hoy los EPs First Tracks (2013), In The Cave (2016) y los álbumes Bird Eyes (2015) y Does It Ring a Bell (2017). Pero este pasado Jueves, encuadrado dentro del circuito Guitar BCN, era el turno de Marjorie, donde su folk-pop tan característico alcanza una nueva expresión. El título escogido es el nombre de su abuela paterna irlandesa, a la que no llegó a conocer, y como mencionó durante el concierto, la primera idea para su nombre artístico.
“Connemara”, el primer tema que se presentó del disco, y cuyo título hace referencia a la ciudad de Irlanda donde iba con su familia, abrió la velada, y casi sin darnos cuenta llegaba “Shirley” llamando a la puerta. Muy bien acompañada por sus habituales a los que se sumó en esta ocasión Sam Berridge, con el que ahora, mencionó bromeando, podría iniciar las canciones con un “one, two, three”. La noche no solo fue una brillante puesta en escena del nuevo disco, sino que también hubo espacio para recordar grandes temas de otros trabajos como “Marianne”, “Christopher” y “Cloud Fifteen”. Tranquila sobre un escenario que ya es familiar para ella, disfrutando de manera natural, compartiendo con amigos todas las nuevas canciones, fue absolutamente una noche redonda que no hizo más que confirmar que este nuevo disco es un hito más en una brillante carrera que no para de dar pasos hacia arriba. El concierto nos permitió profundizar más en Marjorie, un disco que repasa momentos y personas que han influido, de diversas maneras, en ella. Desde lo más personal, hasta lo simplemente cotidiano como el tema “Another Dead Bee”. La canción “Always Blue” es la finalización de una canción compuesta por su tío Niall Graham no publicada. “Toilet Chronicles” es una versión personal del tema Amor de Garrafa de Power Burkas. Las diez canciones sonaron perfectas, haciendo disfrutar a los allí presentes de un concierto redondo.
Y es que como ella misma dice, no es ni siquiera su disco más maduro. Nos queda mucha Núria Graham por disfrutar, muchas nuevas obras por ver la luz así que ahora solo nos queda disfrutar con calma de esta obra tan atrevida, como nos avanzan esas risas guasonas que abren “Do You Wake Up for a While Every Day?”, a la vez que delicada, atemporal y cuidada al detalle.
Artículo de Eva Ladevesa (@itsmefromthebl1) para ElFiesta.es