La Sala Bóveda de Barcelona acogía el primero de los conciertos que iba a dar Miles Kane en España durante este "Solo Tour 2024" gracias a la colaboración entre Cervezas San Miguel y Bilbao BBK Live. Una semana muy intensa en la cual, el cantante británico, daría cuatro conciertos en cuatro días, en cuatro ciudades distintas de nuestro país, pasando después por Bilbao, Madrid y acabando en Valencia. El concierto también suponía la oportunidad de presentarnos su último trabajo One Man Band(Modern Sky UK, 2023), el quinto álbum en solitario desde que inició esta aventura en el año 2009. Había muchas ganas de ver cómo lucía en directo, ya que precisamente este último trabajo se había concebido con esa intención, con ser un trabajo introspectivo, personal pero muy bailable y a disposición de los fans para que puedan darlo todo en la sala. Una sala que reunía absolútamente todos los perfiles de público, desde compatriotas que aprovecharon el viaje a Barcelona para verle, melómanos locales que nunca abandonaron la estética brit, y jóvenes que se han separado de la tendencia musical imperante para simpatizar con el estilo.
Pero a pesar del nombre tanto de su último trabajo como de la gira, Miles Kane no vino solo, estaría acompañado en todos los conciertos por Ten Tonnes como artista invitado. El hermano de George Ezra encajaba a la perfección con la idea musical del tour, ofreciendo al público más tempranero en la sala su propuesta indie-pop guitarrera, muy amable al oído, ideal para que los presentes pudieran entrar en ambiente desde la primera nota. Al final, One Man Band también ha venido a nuestras vidas con ese propósito, devolvernos esos conciertos con una guitarra, un cantante y buena música, sin nada más allá.
Miles Kane nos hizo esperar un poco para aparecer en escena, pero la sala se encargó de amenizar la espera con buenos temas britpop mientras cogíamos posiciones. Pero una vez sobre el escenario, no nos hizo esperar para sacar buen repertorio y abrió el concierto con “Troubled Son”, el primer single de este One Man Band, su canción introspectiva y personal. Fue un concierto directo y sencillo, de la vieja escuela: una persona con su guitarra, sin mayores pretensiones, dispuesto a sudar todas las canciones. Miles interactuó con el público de manera muy simpática, especial detalle cuando le recordaron que estábamos a Martes, y no a Lunes como nos había dicho en un par de ocasiones. Pero estábamos de tan buen rollo que para nosotros, Miles podía estar en el día de la semana que prefiera.
Nos hizo un viaje perfecto y variado, desde temas más de los inicios cómo “Rearrange”, hasta más actuales como “Baggio”, que como mínimo puso feliz a quien vino al concierto con la mítica camiseta del futbolista italiano. Esa buena sintonía creada sirvió para que el público cantase al unísono “Come closer”cuando estaban en su punto más álgido de la noche. Guitarreo puro y duro inicial, un tempo más pausado cuando ya nos acercábamos al final, para que así pudiésemos atacar las últimas canciones con toda la fuerza del mundo. Para estas últimas, Miles se quitó la chaqueta porque venía el tramo fuerte, tocaba sudar, saltar y cantar.
No podía cerrar el concierto con otro tema que no fuese “Don’t forget who you are”, canción que daba nombre al segundo disco publicado por el cantante, y que resume a la perfección el camino tomado por el británico hasta aquí. Después de mucho trayecto, este One Man Band significa volver a la sencillez de los inicios, pero con esa revisión personal de quien ha vivido muchas etapas, y de la que también habla esta canción. Malos momentos, retrospección, ponernos delante del espejo, pero como dice la canción: “We won't let our worries dictate who we are”, así que Miles nos puso a bailar y nosotros bien que lo disfrutamos. Se abren las luces, y si mientras enfilamos la salida se escuchan pequeños grupos de personas cantar su canción favorita, es la señal que ha sido un buen concierto.
Artículo de Eva Ladevesa (twitter.com/miviajemusical) para ElFiesta.es
