El Palau de la Música Catalana acogía, con un concierto enmarcado dentro del 25è Banco Mediolanum Festival Mil·lenni, la segunda parada de este Volverme a enamorar Tour, que suponía el regreso a la escena musical de la cantante madrileña Lourdes Hernández, artísticamente conocida como Russian Red.
Volverme a Enamorar (Sonido Muchacho, 2024), es también el nombre de su quinto trabajo discográfico, el cual nos llega diez años después de publicar el último trabajo original: Agent Cooper (Sony Music, 2014), y siete desde que recibimos Karaoke, publicación autoeditada de versiones. Musicalmente no la teníamos presente desde el año 2021, cuando colaboró en canciones con Melpo Mene (“All of this is true”) y _juno (“Rutinas domésticas en 2009”). Teníamos muchas ganas no solo de poder escuchar material nuevo, sino de ver en escena a aquella cantante que nos enamoró desde su estreno con I Love Your Glasses (Eureka, 08), con canciones que ya forman parte del recuerdo global como “Cigarettes”, o “Nice Thick Feathers”.
La encargada de abrir el concierto sin embargo fue Ganges, nombre artístico de Teresa Gutiérrez, quien además hacía apenas una semana que había presentado al público el single “Un llavero”, primer adelanto de “SORA”, el nuevo trabajo que sacará este año la cantante cántabra, aunque durante este último tiempo la hemos tenido presente, en especial como parte de la banda que acompañaba a Natalia Lacunza, y ahora acompañará a Lourdes durante estos conciertos al teclado y con los coros. Su característico pop electrónico suave con referencias niponas tan suyas como “Okinawa”, fue ideal para que los asistentes entrasen en calor para lo que iba a venir. No las pudimos bailar como invitan las melodías electrónicas, pero como ella mismo nos dijo, “las bailamos en nuestro interior”.
Apenas se hizo esperar, y con una ambientación sonora propia de Stranger Things, y una entrada propia de una bailarina de ballet ruso, Russian Red hizo su aparición en el escenario. Podríamos dividir el concierto en dos actos, como los dos atuendos que utilizó Lourdes para este concierto. Un primer acto más directo, sin apenas interacción con el público pero con una performancemás estudiada, donde nos presentó los temas de su último trabajo. Así, “Me gustan todos los chicos” fue la encargada de abrir el concierto y fuimos escuchando las canciones de este último disco. Temas como “Intelectual sexual” o “This is un volcán”combinaron bien la delicadeza de su voz con intercambios de potencia que nos despiertan los instintos, creando una mezcla que hacía a los espectadores no poder despegar la vista de lo que estaba pasando sobre el escenario. Fueron momentos de prestar atención y familiarizarnos más con todo lo que nos quiere decir este último trabajo.
El segundo acto cambió un poco el contexto del concierto, y vimos a Lourdes más interactiva con el público. La interpretación de “I want to break free” fue muy bien recibida por el público, y esas pausas de contacto por el público eran señales ocultas del tema que nos venía a continuación. Así, a la pregunta “¿habéis querido tanto algo que lo habéis odiado?” automáticamente nos trasladaba a “I hate you but I love you”. Si nos dice que nos quiere decir tantas cosas que no le sale ninguna, es la entrada para “You always talk so smooth” de Fuerteventura. Y si antes de acabar, nos dice que miremos con amor a una persona que hemos conocido en este mismo concierto, es que acabará con “Loving strangers”. No sin antes tener un precioso momento con una Lourdes sola en escenario cantando “Solo en tí”, tema de Enrique Iglesias pero que fue el germen de este regreso después de cantarla con Luchi Boy, guitarrista de Cupido, quien además hizo una preciosa introducción a guitarra para que Lourdes entrase al escenario, admirando las ninfas que adornan el Palau en el día de las ninfas, como proclamamos allí.
Fueron unos últimos temas para volver a aquella Lourdes más folkie, a regresar a los años que la descubrimos con “Cigarettes”, pero con ese nuevo toque más fuerte que la caracteriza.
Así, todos nos levantamos a aplaudir este regreso de Lourdes Hernández a los escenarios, diferente en momento, diferente en grupo que le acompaña, con las diferencias propias de quien ha experimentado cambios en su persona y en su estilo, pero que nos devolvió a momentos felices en un entorno ideal para ello, en un día realmente apropiado. Esperamos poder verla más a menudo porque fueron unas horas que disfrutamos sin apartar la mirada del escenario.
Artículo de Eva Ladevesa (twitter.com/miviajemusical) para ElFiesta.es