'Tengo Ganas de Volver' habla de la necesidad de volver a mis orígenes. A la tierra que me vio nacer y a la necesidad de encontrar desde ahí un punto desde el que seguir inspirándome a vivir. Es un homenaje a mi árbol genealógico, a Alcalá la Real y sus costumbres ya la casa de mis padres. A la unión de mi familia y a las pequeñas grandes cosas que me emocionan de verdad. Una sobremesa, una buena conversación, la artesanía y el aprendizaje entre generaciones. Describe mi patio familiar como podría describir los lugares de encuentro de muchos andaluces que han tenido que irse lejos de su tierra para trabajar, y que añoran aquellas cosas cotidianas y sencillas que le recuerdan emocionalmente a sus abuelas, a ese caldo hecho a fuego lento y al sabor especial de compartirlo en familia, de sangre o elegida.
Por eso el estribillo dice: TENGO GANAS DE VOLVER. Volver a ser niños, a sorprendernos con lo simple, a dedicarnos tiempo de calidad. En la canción aparecen palabras muy concretas del argot alcalaíno, referencias a los apodos que se usan en los pueblos (“Aguardenteros” eran los míos), elementos de la música tradicional como es el almirez que me recuerda a mi niñez y a los villancicos familiares, guiños a Lorca ("verde que te quiero verde") o a La Tarara (letra tradicional del cancionero popular).
Con una fusión musical entre los tanguillos, y el joropo venezolano hace un encuentro de las músicas folclóricas de mi vida, y que desde niña he escuchado en el tocadiscos de casa o cantando canciones con mi familia en torno a una guitarra. Con los puntos comunes que tienen la música latinoamericana y española es una canción que lleva a esos valores emocionales universales en un punto y otro del mundo. "TENGO GANAS DE VOLVER" tiene alegría, florecer y primavera. Es una canción vitalista que aporta desde la primera escucha una ganas irrefrenables de volver a los lugares que nos hacen más humanos y más felices.