Recién inaugurada la época navideña, Clara Olóndriz nos hace un regalo por adelantado en forma de canción: “Brindis Eterno”. Casi un año después del primer lanzamiento “Huracán”, llega por fin el segundo episodio del viaje en el que nos embarcará su próximo álbum, que verá la luz en 2025.
Con “Brindis Eterno” la artista catalana consigue capturar, como si se tratara de una fotografía fija, la esencia de esta tan esperada temporada que nos invita a reflexionar, a revivir, a crear nuevos recuerdos y a sentir una conexión profunda con aquellos que han estado y están en nuestro camino. “Esta canción es un canto al carpe diem, al sentimiento que nos llena cuando vivimos momentos felices que no querríamos que acabasen nunca, sabiendo que llegarán a su fin. Es el instante que dura un brindis con los seres queridos, efímero, que se congela en nuestra memoria y nos acompaña a lo largo de nuestras vidas, llenando las sillas vacías de la mesa que, gracias al recuerdo, siempre permanecerán ocupadas”, explica Clara con sus propias palabras.
Si la letra es como una caricia, la instrumentalización refuerza el sentimiento intenso de felicidad de un momento concreto, teniendo muy presente una atmósfera de nostalgia por los momentos pasados que perviven en nuestros recuerdos. Su sonido fresco y orgánico (guitarras, teclados, percusión, bajo…) nos lleva a un indie-pop cargado con un estribillo pegadizo y catártico, estrofas vulnerables y melancólicas, y una outro que recuerda a un himno al carpe diem.
Clara Olóndriz es una artista de pura alma cargada con mensajes punzantes, que con su música nos hace viajar por los altibajos de una generación que se cuestiona una y otra vez su propio camino, con el objetivo de convertirse en su mejor versión.
Su dualidad inherente, a caballo entre la fuerza y la emotividad, entre la alegría y la nostalgia, vuelve a verse reflejada en este segundo trabajo que nos invita a seguir viajando de su mano.
Con este lanzamiento empezamos a vislumbrar las sombras e intimismo de Clara en medio de la sonoridad pop que la ha acompañado hasta ahora, un destello más de su dualidad. Es un primer paso, una pequeña muestra de su mundo interior, que irá ocupando más espacio a medida que avancen los lanzamientos.