Lili Ritz ha lanzado Harakiri, su nuevo single disponible desde el pasado 23 de mayo en todas las plataformas digitales. Con esta canción, la joven promesa del soul-pop español profundiza en el dolor que se vive tras una ruptura, comparándolo con el acto simbólico del harakiri: una forma de rendirse al final de una historia que no se quiso terminar.
El harakiri hace referencia al suicidio ritual japonés que practicaban los guerreros samuráis por razones de honor. Se realizaba voluntariamente para que muriesen con dignidad aquellos que habían cometido una ofensa o preferían evitar ser capturados y torturados por el enemigo. Este acto consistía en clavarse una daga en el abdomen y moverla de izquierda a derecha para cortarse el vientre.
En este contexto, Lili Ritz utiliza el concepto del harakiri para expresar la tristeza y la nostalgia de los primeros días tras una ruptura amorosa. “El harakiri era un ritual de honor, y en esta canción quise expresar ese momento en el que sientes que el otro decide terminar una relación sin darte opción. Como si te atravesaran sin avisar”, explica. Una metáfora poderosa que se refuerza en el videoclip, donde la artista aparece vestida con estética japonesa y empuñando una katana, en clara alusión visual al ritual que da nombre al tema.
La frase “Nos has hecho el harakiri en cinco segundos”, que aparece en la canción, condensa el sentimiento de desgarro que recorre el tema. Lili no habla desde el reproche, sino desde el dolor de quien no ha querido acabar con ese amor, pero se ve obligada a asumir la decisión del otro. A pesar de la crudeza de la metáfora, Harakiri no culpa: solo muestra una herida abierta.
Este lanzamiento es el segundo adelanto del primer EP de la artista madrileña, que verá la luz después del verano bajo el título Kintsugi. Cada canción del proyecto representa una etapa emocional en el proceso de reconstrucción tras una ruptura, y cada título está inspirado en un concepto japonés. “Quería mostrar que romperse también puede ser bello, porque es el principio de un nuevo yo”, afirma Lili.
El EP estará compuesto por una introducción y cinco canciones. Su portada general representa una baldosa de cerámica rota y reparada con pintura dorada, siguiendo la técnica japonesa del kintsugi que da nombre al trabajo. En ella, el rostro de Lili aparece fragmentado en seis partes —una por cada pista—, y cada lanzamiento individual desvela una de esas piezas. La portada de Harakiri corresponde al ojo derecho de esa baldosa, haciendo un guiño visual a la imagen del primer single, Kintsugi, para remarcar que ambas forman parte del mismo conjunto.
Kintsugi, el primer adelanto, se publicó en marzo e inauguró este viaje emocional. Inspirada en la técnica de reparar con oro lo que se ha roto, la canción habla de sanar, de abrazar nuestras grietas y de encontrar belleza en las heridas del pasado.
Aunque Lili ya ha confirmado que habrá más canciones, por ahora nos invita a disfrutar de los dos primeros capítulos de esta historia musical. ¿Qué término japonés dará título a su próximo lanzamiento?
Con apenas 21 años, Lili Ritz se está consolidando como una voz nueva, sensible y honesta dentro del panorama musical. Su estilo, a caballo entre el soul y el pop, ya ha sido reconocido en certámenes como el de Jóvenes Autores de El Escorial o CREA 2025.
Harakiri y Kintsugi ya están disponibles en todas las plataformas digitales. El viaje apenas ha comenzado.